Un crianza moderno, fresco y frutal, inspirado por el más ilustre propietario de la finca de Barón de Ley
Tempranillo y Garnacha
Todas las variedades son de viñedos propios, cada uno situado en una zona de Rioja y son un claro reflejo de los distintos terruños, los cuales aportan un perfil característico a cada variedad para el ensamblaje de este crianza de estilo borgoñón.
Una parte de tempranillo es de la zona más fresca de Mendavia, en Rioja Oriental, de una parcela que pertenecía originalmente a la finca de Imaz de Martín Zurbano. En esta zona el perfil de la variedad más mediterráneo, es untuosa, amable y con frescura. Aporta estructura y complejidad.
La otra tempranillo es de los viñedos viejos de Cenicero, en Rioja Alta, una zona privilegiada protegida por la sierra de Cantabria, con influencia atlántica. Aporta elegancia y finura.
La garnacha es de Arenzana, de unos viñedos viejos de la zona del alto Najerilla, la mejor zona en Rioja para el cultivo de garnachas frescas y minerales. Aporta tensión, frescura y facilidad para beber.
Tras la vendimia y selección manual en cada uno de los viñedos, las uvas llegan a bodega para realizar la maceración prefermentativa en frío.
La fermentación es a menos de 25 grados para conservar la frescura y se realiza por separado para cada variedad antes del ensamblaje.
El vino se cría durante 12 meses en barrica de roble americano y francés, siendo ¼ barrica nueva.
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