Este vino muestra el carácter alegre, fresco y vivo de la variedad Tempranillo.
Es el más joven de la bodega. Pensando en cómo llamarlo, recordamos al Emperador Tiberio, acampado durante años en estas orillas del río Duero, al que su tropa apodó como ”Biberius” -bebedor de vinos- debido a la pasión que sentía por los vinos de estas tierras.
Un vino divertido, vivaz. Muestra un brillante color violáceo, de capa alta. Posee un intenso aroma a cerezas, frambuesas, arándanos, bayas de saúco y cuenta con una discreta sensación de dulzor, fruto de la buena maduración de la uva.
Su breve crianza en roble le aporta a este amplio conjunto frutal recuerdos de vainilla, chocolate y caramelo.
En boca muestra ese encanto del vino joven. Su jugosa acidez, los taninos finos y el cuerpo medio están bien compensados, resultando fácil de beber. Se aprecian con intensidad todos sus sabores: frutas rojas y notas cremosas del roble, pero también aparecen recuerdos de monte bajo y regaliz, aportando una excelente complejidad al conjunto.
En boca su paso es fresco y suave, mostrando una buena persistencia en el paladar.
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