El grano de la alubia verdina es plano, de tamaño mediano, de color verde esmeralda claro, y de piel muy fina. Una vez cocinadas, las alubias verdinas tienen un sabor exquisito, y una textura extraordinariamente mantecosa. La piel resulta inapreciable, presentando un grano íntegro, que nunca se deshace.
Se cultiva en el litoral de Asturias, especialmente en Llanes, y en algunas zonas de Galicia. El color de su piel es debido a que la planta se arranca del suelo cuando las alubias verdinas no están totalmente maduras. En ese momento se cuelgan las plantas en un lugar oscuro y muy ventilado, dejándolas secar lentamente. Es entonces cuando el color blanco original del grano torna a verde por la sabia que aún contiene la planta.
La escasez de producción de esta alubia verde, y el esfuerzo que requiere su elaboración explican el elevado precio. De todas las legumbres, la alubia verdina es la mas apreciada por los grandes chefs. Esta variedad hace un perfecto maridaje con almejas, mariscos y pescados, aunque también son excelentes estofadas, o guisadas con caza.
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